José Saramago, plagiario
SÍ AL DERECHO DE AUTOR, NO AL ABUSO LITERARIO. UNA DIGNA LUCHA DESDE 2006. Recuento sobre el abuso del escritor portugués al derivar su novela "Las intermitencias de la muerte" a partir del parafraseo de un cuento mexicano. Si bien "plagio" es un término no contemplado en las leyes de autor, significa robo; sin tratarse en este caso de una copia textual, la derivación y parafraseo sin autorización constituye un abuso de acuerdo al artículo 78 de la Ley Federal del Derecho de Autor en México.
2 de febrero de 2009
Huerta vs. Saramago. Comparativo en Síntesis del Parafraseo
VER COMPARATIVO AMPLIO (26 concordancias)
VER COMPARATIVO PALABRAS
No se puede negar la presencia y empleo de ideas universales. Sobre este caso en particular hay evidencia de otras obras en que existen sorprendentes paralelismos y similitudes (consultar columna derecha). No obstante, el desarrollo particular en la obra de Saramago, así como los párrrafos expuestos con el parafraseo van mucho más allá de la coincidencia, sobre todo en 3 puntos principales: la adjetivación para describir (y doblemente) los titulares de los periódicos, la explicación científica del fenómeno y la caída del trabajador con la que regresa la muerte.
Si a esto se suma el mecanismo por el cual mi obra pasó de Alfaguara (vía Sealtiel Alatriste) al novelista (ver abajo "Periplo del plagio") el abuso no puede ser imaginario.
Ver más abajo también "Lo que expresa la Ley..."
1 de enero de 2009
¡Saramago Responde!
La lucha de tres años por esta vía rinde sus primeros frutos.
Gracias a la periodista Sofía Piçarra quien publicó el 30 de diciembre de 2008 en el periódico portugués Correio da Manhã una nota basada en esta página, se propició una polémica en todo Portugal y por fin el escritor se vió orillado a reaccionar en entrevista al Diario de Noticias , la que reprodujo la Agencia EFE y la prensa mundial divulgó el fin de año de 2008 y principio de 2009.
Saramago niega el abuso literario, seguramente sería terrible para él perder su prestigio como escritor, aunque ganaría en valentía, hombría y humildad.
Se escuda fácilmente en las elementales coincidencias hasta caer en el absurdo de la pobreza literaria de que a partir del tema las situaciones se repiten y las fórmulas son semejantes. Menciona que "no leyó, no vió y ni siquiera tocó con la punta de los dedos [mi] cuento", pero como dice una amiga escritora, Saramago oculta que se lo pueden haber contado con memoria fotográfica (o escrito como también yo lo supongo) y en eso también hay responsabilidades e interventores con nombres y apellidos que por algo no menciona.
Pilar del Río, esposa de Saramago (y vocera del mismo), reconoce que "desde hace tiempo la historia circulaba por Internet", desenmascara con ello al cómplice Sealtiel Alatriste y se sale por la tangente al declarar que se hace nota del suceso para llenar espacios en estas fechas.
Pero ahí están los hechos y las obras que no mienten. En lo alto la justicia divina.
Y en este blog están las pruebas, los argumentos para quien tenga ojos para ver e intelecto para dilucidar.
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Ver mi réplica gracias a la entrevista que también me hizo la Agencia EFE el 10 de enero de 2009. .
2 de junio de 2008
Lo que expresa la Ley...
Las obras derivadas, tales como arreglos, compendios, ampliaciones, traducciones, adaptaciones, paráfrasis, compilaciones, colecciones y transformaciones de obras literarias o artísticas, serán protegidas en lo que tengan de originales, pero sólo podrán ser explotadas cuando hayan sido autorizadas por el titular del derecho patrimonial sobre la obra primigenia, previo consentimiento del titular del derecho moral...
En este comparativo las paráfrasis relucen y encajan en esa derivación desautorizada. De acuerdo a la Ley, la derivación sin permiso constituye una falta.
La concepción legaloide y estricta, considera al plagio como una copia textual e idéntica, pero en un sentido amplio y por la definición del diccionario el plagio es elementalmente un "robo", un "hurto".
Por la gravedad de la violación a los derechos de autor, esta derivación, aún sin ser una copia textual, deviene en un robo y en una imitación de mi obra.
Ver Examen y Correlación de las Obras.
Por su parte el Artículo 424 del Código Penal Federal dice a la letra:
Se impondrá prisión de seis meses a seis años y de trescientos a tres mil días multa…
III. A quien use en forma dolosa, con fin de lucro y sin la autorización correspondiente obras protegidas por la Ley Federal del Derecho de Autor.
11 de febrero de 2008
Carta a Saramago
(Enviada a su domicilio en Lanzarote, Islas Canarias)
Sr. José Saramago:
Por diversos medios he buscado decir mi verdad. Busco justicia ante un atropello.
Yo no sé si a usted le hicieron llegar las ideas o el texto de mi cuento como si fuera anónimo. O quizá a usted le ayudaron a redactar su novela. Quizá nunca se imaginó que detrás de ese texto había un ser humano, un mexicano de carne y hueso que generó originalmente planteamientos, argumentos, expresiones que a la postre aparecieron en su novela. Quizá, quizá, quizá... pero finalmente al firmar esa obra usted se convirtió en el responsable de haber derivado una obra literaria de otra original sin la debida autorización y eso señor constituye un delito.
Es así como su novela Las intermitencias de la muerte se basó en mi cuento ¡Últimas noticias!, el cual dentro de una colección fue debidamente registrado ante las autoridades del derecho de autor desde 1986.
¿Por qué recurrió a este artificio que mancha su reconocida trayectoria?
¿Por qué?
Quisiera una respuesta.
¿Cómo fue todo esto posible? ¿El señor Sealtiel Alatriste le hizo llegar el texto o se lo presentó como una fabulosa idea original? ¿Qué papel cumplió su agente literario?
No permita que el tiempo nos rebase. Lo invito a confesar la verdad.
Es muy posible que a mí me inunde la tristeza y la desazón, mas puedo levantar la frente con orgullo. ¿Usted puede dormir tranquilo?
Teófilo Huerta Moreno
25 de mayo de 2007
Alatriste-Alfaguara-Saramago- El periplo del plagio
1. Premiación de "El cuento triste" en la librería "Un lugar de la mancha", con la presencia de Sealtiel Alatriste. (1997)
2. Contacto con Laura Lara de Editorial Alfaguara durante el brindis de la premiación (1997)
3. Entrega de mi obra a Editorial Alfaguara dirigida por Sealtiel Alatriste. (1997)
4. Como cónsul de México en Barcelona, Sealtiel Alatriste tiene estrecho contacto y cercanía física con José Saramago. (2003)
5. José Saramago recibe de Alatriste mi obra y desarrolla su novela. (2003-2005).
La Editorial Alfaguara y todo el Grupo Santillana tendría también que hacer una revisión sobre sus directivos en la historia y sus métodos de recepción de obras para su evaluación, así como del destino de las mismas, muchas de ellas con sorprendentes mutaciones entre los autores originales discriminados y los firmantes.
Ver más
8 de agosto de 2006
Gestiones ante INDAUTOR
1. El 24 de junio de 1986 registré ante la entonces Dirección General del Derecho de Autor mi obra La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura (ENTRE ELLOS ¡ÚLTIMAS NOTICIAS!) y se me extendió el Certificado con Registro No. 8369/86, cuya imagen aparece en primer lugar (para ampliar oprimir en ella).
Por la contraparte no asistió persona alguna que representara legalmente al señor José Saramago, toda vez que no ocurrió la notificación porque el domicilio particular de éste no coincidia con el de Editorial Santillana al que se dirigió el citatorio. Así pues, solamente se levantó un Acta de la comparecencia y se archivó el procedimiento administrativo.
Hasta aquí la labor del INDAUTOR que sostiene que la Ley Federal del Derecho de Autor tendrá observancia en territorio nacional y que por tratarse de una autoridad administrativa no cuenta con facultades para realizar una notificación extraterritorial de forma directa o a través de exhorto internacional, por lo cual la notificación en España no puede llevarse a cabo.
Existen medios alternativos de resolución de disputas de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), cuyo Centro de Arbitraje y Mediación, con sede en Ginebra (Suiza), fue creado en 1994 para promover la solución de controversias en materia de propiedad intelectual. No obstante, igual que una demanda en tibunales, existe un alto costo económico por ahora no sufragable.
23 de junio de 2006
Correlación de las Obras
CORRELACIÓN ENTRE LAS OBRAS
Es claro que se trata de dos géneros diferentes: la novela y el cuento. No obstante, la primera sobre todo en sus páginas iniciales toma como referente el relato fantástico.
Ambas obras parten del mismo supuesto de que nadie muere, la única diferencia es que la novela constriñe el fenómeno a un país y el cuento lo generaliza al mundo. En ambos casos se subraya cronológicamente la ausencia de muerte en el reciente día (“Al día siguiente no murió nadie/”No murió nadie ayer”) y en las últimas horas (“entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas”/”en unos de día en otros de noche”).
Ambas obras presentan un similar hilo conductor.
El propio autor menciona en la pág. 58 que hasta entonces había dado “una visión panorámica de los hechos”.
Son los dos primeros capítulos de la novela los que contienen la mayor parte de similitudes y planteamientos del cuento. Posteriormente se encuentran salpicadas en el resto de los capítulos otras ideas sustantivas, pero las menos.
En las dos obras son los profesionales del periodismo los que investigan y confirman la inexistencia de muertes pese a los más drásticos accidentes que similarmente ocurren en carreteras, no en avenidas o calles. La novela mantiene la gravedad de enfermos y accidentados; el cuento los cura mágicamente.
Los medios de comunicación juegan un papel central en la difusión de la noticia en las dos obras.
En ambos casos los periódicos dan cuenta del hecho en singulares y llamativos titulares que ridiculizan a la propia muerte (“los más diversos y sustanciosos titulares”/”sin faltar aquellos encabezados ingeniosos”).
En las dos obras se gesta un júbilo general y se da una sola proclama (“ahora sí la vida es bella”/”no vamos a morir, no vamos a morir”).
Para ambos escritos el fenómeno se presume de origen eventual (“Una nueva y tal vez fugaz apariencia”/”rumores de que esto fuera eventual”).
Para sendas obras la explicación científica no es concluyente pero de la que más se presume es la ligada a un fenómeno cósmico (“una alteración cósmica”/”una variación de la órbita”).
Constituye un rasgo particular para las dos obras la presencia y opinión únicamente de la religión católica y en particular por su representante el papa.
Se asienta en ambas obras literarias el desencadenamiento de problemas económicos y políticos. La novela los desarrolla ampliamente sobre todo en la parte en que la “maphia” corrompe a las autoridades. El cuento sólo las enuncia.
En ambos trabajos no sólo se desarrollan los problemas, sino que se enuncia la presencia del caos (“pavoroso caos que se nos viene”/”el caos era aterrador”) y también se refiere la palabra crisis (“Aunque la palabra crisis no sea ciertamente la más apropiada”/”la gente resentía los efectos de la crisis”), incluso en la novela parece entrar forzadamente la idea.
Se expresa en las dos obras el problema poblacional que causa el fenómeno (“una presión demográfica en aumento”/”la tasa de natalidad crecía, la de mortalidad ya no existía”).
La crisis de los servicios es palpable en ambas obras justamente en los centros hospitalarios, en los servicios de inhumación y en las compañías de seguros (“en peligro la supervivencia de nuestra industria...de compañías de seguros”/”las empresas de seguros de vida...resentían quiebras”.
Si bien la novela ubica a los soldados en una frontera como vigilantes y el cuento en los campos normales de batalla, se presume en ambos casos que los soldados son inermes a las armas bélicas (“tenían la certeza que no iban a morir”/”optaron...luchar primitivamente cuerpo a cuerpo”).
Aunque la novela juega con los avisos de muerte entre los ciudadanos, se da una muerte prematura y al final deja en suspenso el retorno, claramente se advierte la voluntad de la muerte por reiniciar su trabajo a partir de empujar a un albañil al precipicio; el cuento señala nítidamente que la muerte vuelve a partir de la caída de un trabajador (“un albañil distraído...nuestro turno de caer del andamio”/”un trabajador tras caer desde un piso doce”).
Cuando la muerte se disemina es semejante su descripción ( “descansaron en paz por obra e un instante único....cargado de una potencia mortífera”/uno tras otro, casos similares, por aquí un infartado, por allá un atropellado”), así como la reapertura de los servicios.
En ambas obras se expresa la importancia y significado que para la población realmente tiene de nuevo la mortalidad (“el ya no esperado regreso a la normalidad...otra cosa que el natural alivio”/”acogieron la vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad”).
Hay evidente parafraseo en situaciones particulares: “Al día siguiente no murió nadie” por “no murió nadie ayer”; “entre diurnas y nocturnas” sustituyendo “en unos de día en otros de noche” ; “los más diversos y sustanciosos titulares” por “aquellos encabezados ingeniosos”; “titulares exclamativos” por “encabezados llamativos”, “una alteración cósmica” por “una variación de la órbita”; “un albañil” por “un trabajador”; “regreso a la normalidad” por “vuelta a la normalidad”.
CONCLUSIONES
v A pesar de considerar la multiculturalidad y el molde de producciones literarias realizadas en diferentes latitudes e idiomas, casi al mismo tiempo y la similitud de su temática y tratamiento, los paralelismos son asombrosamente singulares.
v En cada fase del desarrollo de las obras se manejan premisas idénticas, sólo que la novela las desarrolla ampliamente y les da un giro con la presencia de personajes particulares.
v La novela por su extensión explota algunas otras ideas no presentes en el cuento.
v El peso de las similitudes se concentra sólidamente en los primeros dos capítulos de la novela.
v Las concordancias de las ideas expresadas en párrafos concretos son abundantes y concisas.
v No existen párrafos textualmente copiados.
v Sí existen frases similares, parafraseo y evidente empleo de sinónimos. En algunos casos las palabras contenidas llegan a ser las mismas .
v Hay una evidente sincronía en la temática y devenir de las obras.
v El desarrollo que hace la novela le permita explorar situaciones particulares y brincar a otra historia de amor con el pretexto de una muerte personalizada que no existe en la primera parte.
v La premisa, explicación y desenlace del retorno de la muerte son peculiarmente concordantes.
v Estructuralmente la novela está partida en dos, no sólo en temática, sino en estilo, lenguaje, ritmo. De tal suerte, el argumento inicial varía del de la segunda parte.
v Existen dos finales: uno con el cierre del capítulo 8, otro al concluir la novela.
v No obstante que las ideas son universales, no se puede pensar que las concordancias entre las obras sean meras “coincidencias”, sino consciente aprovechamiento de las plasmadas previamente en un escrito y, por lo tanto, una demostrable correlación entre las dos obras.
Por lo anterior se presume una derivación de la novela a partir del cuento.
Saramago, José, Las intermitencias de la muerte, Alfaguara, México, 2005, 274 págs.
Huerta, Teófilo, ¡Últimas noticias! dentro de La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura, Ed. Quetzalcóatl, México, 1987.
21 de junio de 2006
¿Saramago plagiario?
Este es el inicio de mi cuento ¡Últimas noticias!, el cual escribí en 1983 para el Primer Concurso de Cuento de Ciencia Ficción convocado por la representación del CONACYT Puebla (1984), con el debido registro en 1986 (No. 8369/86 de la Dirección General del Derecho de Autor hoy INDAUTOR) y publicado en una edición limitada en 1987 por Editorial Quetzalcóatl, junto con otros cuentos bajo el título La segunda muerte y otros cuentos de fúnebre y amorosa hechura.
Esta por su parte es la semejante introducción de la novela las Intermitencias de la muerte del Premio Nobel José Saramago:
"Al día siguiente no murió nadie. El hecho, por absolutamente contrario a las normas de la vida, causó en los espíritus una perturbación enorme, efecto a todas luces justificado... ni siquiera un caso para muestra, de que alguna vez haya ocurrido in fenómeno semejante, que pasara un día completo, con todas sus pródigas veinticuatro horas, contadas entre diurnas y nocturnas, matutinas y vespertinas.”
Más adelante mil cuento dice:
“’Nuestros reporteros realizan en este momento una acuciosa investigación en todos los velatorios y hospitales, pues, al parecer, ayer tampoco murieron enfermos graves’”
Y la novela de Saramago expresa de manera sorprendentemente similar:
“...Se realizaron llamadas a los hospitales , a la cruz roja, a la morgue, a las funerarias...y las respuestas llegaban siempre con las mismas lacónicas palabras, No hay muertos”.
En otro pasaje de ¡Últimas noticias! se dice:
“...los vehículos quedaron prácticamente deshechos, pero sus ocupantes están ilesos, repito, los ocupantes de los dos autobuses que acaban de chocar están ilesos...”
Y en otro pasaje Saramago lo repite así:
“...de acuerdo con la lógica matemática de las colisiones, deberían estar muertos, pero que, pese a la gravedad de las heridas y de los traumatismos sufridos, se mantenían vivos...” (p. 14)
Al explicar tan peculiar fenómeno mi obra revela:
“’Otra de las teorías es la que mantienen especialistas de Moscú, quienes atribuyen la existencia del fenómeno a una variación de la órbita de la Tierra...”
Y Saramago lo copia así:
“....no se debería excluir la posibilidad de que se tratara de una alteración cósmica meramente accidental...”
Ante tan característica situación la gente celebra así en mi cuento:
“Un ambiente de fiesta surgió en todos los hogares, en muchos de ellos había auténtica algarabía....“El júbilo era casi general, aun los que no habían atravesado por peligro alguno se sentían seguros de que nada les pasaría. Los niños jugaban sin cansarse y repetían las frases de los adultos: “no vamos a morir, no vamos a morir”.
Y así similarmente, sólo con cambio de palabras, celebran en la novela:
“...alegría colectiva que se extendía de norte a sur y de este a oeste, refrescando las mentes temerosas y arrastrando lejos de la vista la larga sombra de tánatos..se fueron uniendo al mare mágnum de ciudadanos que aprovechaban todas las ocasiones para salir a la calle y proclamar, y gritar, que, ahora sí, la vida es bella.”
En mi relato se ven afectados esencialmente los intereses de hospitales, funerarias, cementerios y compañías de seguros:
“...mientras que otros intentaron ejercer diferentes actividades, lo mismo que los empleados, gerentes y dueños de velatorios y panteones.”
En la novela de Saramago sospechosamente también se ven afectados los intereses de hospitales, funerarias, cementerios y compañías de seguros:
“Importantes sectores profesionales, seriamente preocupados con la situación, ya comenzaron a transmitir la expresión de su descontento...las primera y formales reclamaciones llegaron de las empresas del negocio funerario.”
Mi cuento le da un peso esencial como eje de la trama al aspecto periodístico:
“...sin faltar aquellos encabezados ingeniosos: ‘THANATOS VENCIDO’, ‘LA TILICA Y FLACA DE VACACIONES’....Los encabezados seguían siendo sumamente llamativos: ‘EUFORIA MUNDIAL’, ‘¡SOMOS INMORTALES!’, ‘¡SÓLO FALTA QUE RESUCITEN LOS MUERTOS!’...”.
La novela de Saramago también le da ese peso al aspecto periodístico:
“...los más diversos y sustanciosos titulares, algunas veces dramáticos, líricos otras, y, aunque pocos, filosóficos o místicos, cuando no de conmovedora ingenuidad, como el de un diario popular que se contentó con la pregunta, Y Ahora Qué Será De Nosotros...páginas convulsas, agitadas, manchadas de titulares exclamativos y apocalípticos...Tras el paraíso, el infierno, La muerte dirige el baile, Inmortales por poco tiempo, Otra vez condenados a morir, Jaque mate...”
Mi cuento justifica así el regreso a la mortalidad:
“De pronto, después de quién sabe cuántos días o meses, en una ciudad en la que se construía un edificio, un trabajador, tras caer desde un piso doce, no se levantó de la acera...todos clavaron su mirada en el hombre inmóvil.”
La muerte de la novela de Saramago sin ningún empacho la imagina así con el mismo trabajador:
“En esa obra tendrá que entrar de aquí a dos semanas (la muerte) para empujar de un andamio a un albañil distraído que no se fijará dónde va a poner el pie...nuestro turno de caer del andamio todavía no ha llegado... ”
El final del cuento, entregado en 1997 para su evaluación a Santillana (representante de Alfaguara en México) tras un concurso convocado por la editorial y el diario Reforma, así como enviado en 2002 al Premio Internacional de Cuentos Max Aub en España, expresa:
“Sin manifestaciones de júbilo, pero tampoco de desesperación y llanto, los seres de todos los confines acogieron la vuelta a la normalidad y, más que eso, a la naturalidad.”
La novela en páginas avanzadas también retoma los mismos términos:
“...para festejar el ya no esperado regreso a la normalidad, lo que pareciendo ser el cúmulo de la indiferencia y el desprecio por la vida ajena, no era, en resumen, otra cosa que el natural alivio...”
La diferencia entre las obras es que el cuento tiene 8 cuartillas (10 en su registro y publicación original ) y la novela 274.
La otra diferencia es que el cuento fue publicado en 1987 y la novela fue publicada en 2005 ya con ese antecedente y basándose en él sin ninguna autorización ni consentimiento.